Todos sabemos que Apple es una de las empresas (in)famosas por su afición a lanzar constantemente productos apetecibles. Aquellos fanboys cuya fuerza de voluntad no es tan fuerte siempre se verán tentados a reemplazar constantemente sus pertenencias con las últimas razas.
El problema es que, cuando cambias de máquina(s), también tienes que cambiar tus datos. Y por sorprendente que parezca, la mayoría de la gente no sabe cómo migrar sus datos -de forma adecuada- del viejo Mac al nuevo.
Hace poco tuve la oportunidad de cambiar mi viejo iBook por un MacBook más nuevo. Y como una de esas almas desafortunadas que sienten que tienen que hacer todo por su cuenta, traté de encontrar la manera de salir de este problema. Aquí están mis hallazgos.
La manera más fácil
La primera vez que inicies tu Mac, tendrás la oportunidad de migrar tus datos. Hazlo. Este paso y la ayuda del asistente técnico del Apple Store te harán la vida mucho más fácil.
Pero por si acaso se te ha pasado la oportunidad, aún puedes utilizar la ayuda de la aplicación Asistente de Migración(Aplicaciones->Utilidades->Asistente de Migración). Sólo tienes que abrir la aplicación y seguir los pasos. Básicamente te preguntará a dónde vas a mover tus datos (moverlos a otro Mac u obtenerlos de otro Mac o disco), luego también te preguntará cómo vas a transferir tus datos, ya sea a través de un cable Firewire -que es el puerto que falta en el nuevo MacBook-, a través de una conexión inalámbrica, o por LAN.
Si tienes un disco duro externo y Mac OS X 10.5 en ambos ordenadores, el proceso de migración también será muy sencillo. Sólo tienes que utilizar Time Machine(Aplicaciones->Time Machine) para hacer una copia de seguridad de los datos de la máquina antigua en el disco duro externo, y restaurar los datos utilizando el nuevo Mac.
La forma manual
Pero si el método más fácil ha fallado, en mi caso porque haga lo que haga el viejo iBook no se conecta al MacBook, aún queda la vía manual. Menos cómodo, lo sé, pero hay que hacer lo que hay que hacer.
Así que, además de lo obvio – tus documentos y demás (dentro de tu carpeta Documentos – Películas – Música – Imágenes), querrás mover tus carpetas de Aplicaciones y Bibliotecas porque allí se encuentran todos tus datos no vistos – cuentas de usuario, todo tipo de configuraciones y demás. Ten cuidado de no reemplazar tus aplicaciones más nuevas con las antiguas, ya que cada Mac viene preinstalado con un montón de aplicaciones listas para usar.
Hay dos carpetas de la Biblioteca. Una está bajo tu carpeta de inicio (~/Library) y la otra está bajo tu carpeta del disco duro (/Library).
Ten en cuenta que no todas las aplicaciones y configuraciones se pueden mover simplemente arrastrando y soltando. Tendrás más incompatibilidad si mueves tus datos entre diferentes versiones de Mac OS (Panther a Leopard por ejemplo). Descubrí que sería mejor utilizar una aplicación de sincronización para «hacer una copia de seguridad» de tus datos en la nueva ubicación.
En mi caso, también utilicé un disco duro externo (también conocido como iPod classic) como mediador, ya que mi viejo Mac mantuvo su voto de silencio y no quiso hablar con el nuevo. ¿Quizá esté celoso? 🙂 Así que el proceso de traslado de mis datos es el siguiente: iBook -> disco duro externo -> MacBook. No ha sido un proceso fácil y sólo he conseguido acertar en un 70%. Pero sigue siendo mejor que nada.
Algunas aplicaciones necesitan una atención especial y tienes que buscar activamente la respuesta a tu problema en la red. Por ejemplo, hay que pulsar el botón T al abrir iPhoto por primera vez para poder elegir la fototeca, o utilizar el comando «Consolidar biblioteca» en iTunes para más o menos el mismo objetivo. Lee más sobre esto aquí. También tienes que autorizar tu nueva máquina para poder abrir tus compras de iTunes Music Store.
Ahora mi nuevo Mac está prácticamente en funcionamiento (mientras sigo esperando a que termine el proceso de descarga de las actualizaciones y tratando de encontrar la manera de arreglar algunas cosas menores). Espero que esta breve divagación pueda ayudar a otras almas desafortunadas por ahí.
Si tienes otros consejos o historias que quieras compartir sobre la migración de tu viejo Mac al nuevo, utiliza los comentarios a continuación.