1. FocusWriter
Probablemente ya conozcas FocusWriter, porque a menudo es elogiado como uno de los mejores editores de texto sin distracciones para Linux, OS X y Windows. La interfaz despojada -una superficie en blanco, semitransparente, sin botones ni barras de herramientas- puede utilizarse en modo de pantalla completa para un enfoque óptimo. Hay varios estilos e imágenes de fondo para seleccionar, e incluso puede crear su propio estilo (ajustando los colores y los tipos de letra).
FocusWriter le ayuda a mejorar sus hábitos de escritura ofreciéndole un montón de opciones útiles: corrección ortográfica; guardado automático; seguimiento de los objetivos diarios de composición; establecimiento de temporizadores; y recuento de palabras, páginas, párrafos o caracteres en tiempo real. Además, permite guardar la sesión y recordar la posición exacta en la que terminó el texto.
FocusWriter funciona con archivos TXT, ODT y RTF, y puede utilizarse en modo portátil (sin instalación). Los usuarios que prefieran la retroalimentación de audio pueden activar un nostálgico resultado de sonido de máquina de escribir. Si esto le anima a escribir más, entonces FocusWriter cumple su función.
2. CutePad
CutePad es una aplicación intrigante con un método ingenioso. Es un pequeño trabajo de Sri Lanka inspirado en el estilo de la interfaz de usuario de Windows Metro. El enlace de descarga solicita tu nombre y tu correo electrónico, lo que podría prevenir a algunas personas, pero puedes simplemente introducir información falsa si valoras tu privacidad personal. Para configurar CutePad en Linux, basta con extraer el archivo descargado y ejecutar el archivo ejecutable en la (sub)carpeta «CutePad_LinuxBuild_x8x».
La ubicación central de composición está flanqueada por barras de herramientas flotantes sensibles al contexto que permiten un acceso rápido a la configuración de CutePad. La barra de herramientas inferior utiliza funciones estándar: abrir, producir, imprimir y guardar archivos, así como «Buscar» y «Exportar a PDF». El contenido de la cinta principal cambia a medida que se eligen las opciones del menú («Componer», «Formato», «Insertar» y «Descubrir»). La barra de herramientas «Insertar» cuenta con prácticos cuadros de diálogo emergentes para insertar enlaces, imágenes, tablas, fecha y hora, mientras que las opciones de alineación, ajuste de palabras, listas con viñetas, tipo de letra, tamaño y color se encuentran en el menú «Formato».
CutePad es compatible con las formas más rápidas del teclado estándar (por ejemplo, Ctrl+S para guardar, Ctrl+B para el texto en negrita…), por lo que no debería costar demasiado acostumbrarse. No es precisamente «libre de distracciones», ya que las barras de herramientas a la deriva parecen bastante invasivas, pero su aspecto fresco podría hacer fluir tu imaginación.
3. TextTrix
TextTrix es una aplicación Java, lo que sugiere que no es el editor de pantalla completa más bonito de la lista, aunque, por otro lado, no es necesario instalarlo: basta con ejecutarlo escribiendo java -jar TextTrix.jar en el terminal. Atraerá a los usuarios avanzados y a los desarrolladores, ya que soporta el resaltado de sintaxis para una variedad de lenguajes de muestra, e incluso puedes establecer tus propios plugins para ampliar la funcionalidad de TextTrix. La mejor función de TextTrix, y la que me encantaría ver en otros editores de texto, es «Line Dance». Es una forma básica e increíblemente útil de navegar dentro de un archivo marcando líneas elegidas.
Aparte de esto, TextTrix soporta la corrección ortográfica, la apertura de múltiples archivos en pestañas y su organización en grupos, y la conservación de sesiones (comparable a FocusWriter). Si bien es posible que no optes por escribir tu tesis doctoral en TextTrix, puede ayudarte a trabajar más eficazmente con grandes archivos de texto.
4. TextRoom
TextRoom está construido sobre una propiedad comparable a la de FocusWriter, sin embargo tiene más alternativas (que, sin duda, pueden hacer que sea menos libre de distracciones). Puede utilizarlo en modo de pantalla completa o en una ventana; pulse F1 para acceder a la ayuda y F2 para las opciones. La barra de estado de la parte inferior muestra el tiempo y las estadísticas asociadas al documento existente (recuento de palabras y caracteres).
Además de la modificación del formato estándar (estilos de letra, colores), la alineación (sangrías, espaciado entre párrafos) y la apariencia de la aplicación (imágenes de fondo, transparencia), TextRoom también admite la corrección ortográfica, la impresión y la exportación a Google Docs y a formatos de archivo ODT. Puede colocar fácilmente las imágenes y la fecha y hora existentes, y cargar el último archivo abierto en el arranque.
TextRoom intenta acomodar a los escritores, por lo que utiliza un modo de circulación (donde los secretos de borrado y retroceso están deshabilitados) y un generador de palabras aleatorias llamado GetAWord que se espera que despierte tu imaginación proporcionándote indicaciones para componer. También puedes establecer un objetivo de recuento de palabras y marcar las fechas de entrega de la composición en un calendario.
También hay una herramienta de mapeo mental, MiniFlo, que puede ser excelente si estás escribiendo un libro o si tienes que hacer un trabajo que requiere la organización de varios conceptos. TextRoom también es compatible con los ruidos de la máquina de escribir y tiene un reproductor de música fundamental llamado MusicRoom para todas sus necesidades de ruido de fondo. Puedes convertir TextRoom en una herramienta de composición versátil o simplemente mantenerla al mínimo… la elección es toda tuya.
5. WordGrinder
WordGrinder es una aplicación básica para los fanáticos de la línea de comandos. Esto no implica que no sea eficaz; por el contrario, soporta archivos HTML, ODT, LaTeX y Troff; trata numerosos documentos al mismo tiempo; y formas configurables de teclado más rápidas. Igualmente puede utilizar un corrector ortográfico y mostrar recuentos de palabras y párrafos.
Una característica especial es que WordGrinder guarda la configuración del archivo además del propio archivo, por lo que su texto no se conservará como un archivo TXT sino en un formato binario. Sin embargo, puede exportarlo a TXT u otros formatos y, normalmente, abrirlo en otro editor. WordGrinder es una gran opción para los ordenadores más antiguos y lentos, sin embargo, puedes utilizarlo en cualquier lugar si se adapta a tu flujo de trabajo.
Conclusión
¿Has probado alguna aplicación de escritura poco común? ¿Cuentas con el viejo Gedit o eliges algo avanzado? Muestra tus habilidades de escritura en los comentarios.