La nueva interfaz de Windows 8 ofrece un mundo de nuevas oportunidades y te abre a una nueva dimensión de la experiencia informática. Las aplicaciones que se encuentran en la Windows Store presentan un montón de nuevas formas de interactuar con el dispositivo y con otras personas. Por supuesto, las aplicaciones no vienen sin los mismos problemas que los programas de escritorio han traído consigo desde la creación del sistema operativo Windows. Muchas de estas aplicaciones pueden simplemente dejar de funcionar. ¿Qué hacer a partir de ese momento? Vamos a discutirlo un poco, ¿vale?
Las aplicaciones suelen estar escritas con la ayuda de marcos de desarrollo. Dado que su código ha sido escrito por otra persona (presumiblemente Microsoft), suelen ser fiables y generalmente estables. Pero llega un momento en el que ni siquiera el marco de desarrollo puede prever los contratiempos en el proceso de codificación que hay detrás de algunas de estas aplicaciones. En este punto, es el momento de empezar a solucionar los problemas. Intentemos algunas cosas para tratar de resolver el problema.
1: Antes de hacer nada
Comprueba que la resolución de tu ordenador es suficiente para ejecutar las aplicaciones. Tienes que poner la resolución a 1024×768 o más. De lo contrario, no podrás ejecutar aplicaciones. Este podría ser tu problema.
2: La solución de “apagar y volver a encender”
Si crees que una aplicación deja de funcionar de repente, puede que haya un fallo en el código. Prueba a cerrarla y abrirla de nuevo. Si eso no funciona (y en realidad puede que no lo haga), adopta el enfoque más drástico de reinstalar la aplicación. Esto suele solucionar muchas cosas. Cuando reinstalas una aplicación, le das la oportunidad de restablecer todos los datos. Es posible que vuelva a funcionar después de esto.
3: Actualizar la aplicación
Ocurre mucho con las aplicaciones nuevas, pero algunas aplicaciones antiguas también pueden tener este problema: Lanzan una versión con muchos errores y luego deben lanzar una actualización que lo limpie todo. Para actualizar tus aplicaciones, accede a la barra de encantos (Win+C), haz clic en “Configuración” y luego en “Actualizaciones de aplicaciones”.
Haz clic en “Buscar actualizaciones” para obtener las actualizaciones de todas tus apps e instalarlas automáticamente. Esto puede ayudarte a resolver tus problemas. Recuerda cerrar las aplicaciones que tengas abiertas antes de iniciar este proceso.
4: ¿Recibiste un correo electrónico?
Microsoft mantiene un ojo de águila en la Windows Store. Retira las aplicaciones de la tienda tan pronto como se entera de algún problema con ella (como que la aplicación es un pedazo de malware o contiene contenido inapropiado). Lo más probable es que la aplicación haya infringido los derechos de autor de otra aplicación. Independientemente del motivo, si la aplicación que utilizas es retirada de la Windows Store, no podrás utilizarla. Microsoft te envía un correo electrónico cada vez que se retira una aplicación que utilizas, así que deberías revisar tu bandeja de entrada. Este es un escenario poco probable, pero sucede de vez en cuando y no puedes descartarlo hasta que hayas verificado que no hay ninguna posibilidad.
Unas últimas palabras
Si te quedas sin soluciones, asegúrate de ponerte en contacto con el desarrollador de la aplicación. Es importante avisar a los desarrolladores cuando las cosas que hacen se rompen. Los mejores suelen escuchar y arreglar el fallo en su código. Para los que no lo hacen, lo mejor es desinstalar la aplicación y dejar de usarla.